viernes, 3 de abril de 2009

Revista Digital La Posta Semanal: Entrevista a Bernardo Cane


Lincoln, 4 de abril de 2005 - Número 45

“No sé qué le pasó a Jorge que cambió tanto”


En una extensa charla, el presidente del Concejo Deliberante de Lincoln, Bernardo Cané, hizo un repaso de su vida y respondió todo lo que se le consultó. Más allá de las respuestas, queda claro que no tiene demasiados problemas para expresarse ni le falta memoria para recordar datos como fechas o estadísticas, lo que en lenguaje llano sería “habla hasta por los codos y tira cifras en todo momento”.

Para empezar a indagar en su vida, La Posta le propuso hacer un resumen (una manera de decir) de sus cuarenta y ocho años. Así recordó que nació en Capital Federal mientras su padre, médico y ex diputado nacional, estaba prófugo en los años de proscripción del peronismo; que fue al Jardín de Infantes Nº 1 e hizo la primaria y el secundario en la Escuela Normal, todo en Lincoln; estudió Veterinaria en La Plata en los años duros de la dictadura, fue detenido y torturado en octubre del '76 durante una semana porque buscaban a su hermano, quien luego fue detenido y desaparecido; después de recibirse trabajó un tiempo en Lincoln y luego emigró para estudiar en Inglaterra, donde vivió la guerra de Malvinas con “una visión totalmente distinta, muy lógica, muy razonable, de país europeo capitalista o colonialista, pero donde a la población no le mienten”; muestra un afiche de los días felices en el que se lo ve junto al presidente Kirchner y a Jorge Fernández y acota que “además recibimos el apoyo de Aníbal Fernández, de Ginés González García y de Díaz Bancalari, que son todos amigos personales y políticos que yo aporté para ganar la elección en Lincoln”.

- ¿En qué momento notaste que tenías vocación política?
- Yo nací de un matrimonio que había estado prófugo por razones políticas, fui concebido estando mi viejo prófugo. Cuando nací los temas políticos eran habituales, me acuerdo de reuniones en mi casa con Lannes o Audisio o cosas así que eran como naturales; o en el secundario reuniones que hacía mí hermano con la juventud peronista o cuando en el '73 se hizo el cierre de campaña con una caravana que dio la vuelta al pueblo en un camión jaula. Era algo natural. Nadie decía me voy a dedicar; mí hermano se fue de acá, tenía inquietudes y al poco tiempo de estar en la facultad fue dirigente, formó una agrupación que se llamaba FAEP, Federación de Agrupaciones Eva Perón, que fusionados con la FURN, de Kirchner, terminan con la JUP de La Plata. No se hablaba tanto de política doméstica, ya que mi papá estaba un poco desencantado porque después de haber sido el fundador de FORJA y luego disolutor para plegarse al peronismo, el primer afiliado del peronismo de la cuarta, primer diputado nacional de esta sección, había perdido bastante vínculo con lo local, como suele suceder con los diputados nacionales y después perdió la interna con Lannes… obviamente sí padecimos muy fuerte el golpe militar de 1976 con mi detención y la de mi hermano.

- ¿Tu detención fue por portación de apellido?
- Sí, lo buscaban a mi hermano.

- ¿Los dos fueron detenidos en el mismo departamento?
- No, no. Mi hermano estaba casado y enterado de mi detención se refugió en Buenos Aires. Quince días después salió buscando irse del país y nunca más supimos de él.

- ¿Cómo viviste ese tiempo?
- Si alguien te puede decir que se dio cuenta de lo que estaba pasando solamente puede ser el que lideraba uno de los dos grupos que estaban en pugna, ya que los perejiles que estaban de la mitad para abajo de cualquiera de las dos estructuras, no lo entendían. Uno no se daba cuenta en donde estaba y particularmente en La Plata, que fue una ciudad extremadamente violenta. Era salir y ver un secuestro o un muerto, aún antes del golpe, tirado en la calle. En la misma época de la represión más cruda solamente los jefes de los bandos en pugna entendían y se salvaron. Los demás nos dimos cuenta con el correr del tiempo y años después.


- La detención fue en Arana, un lugar vecino a La Plata. Hubo tres sesiones de tortura, en las que te ponían desnudo en el elástico de una cama en búsqueda de los datos de mi hermano, con picana eléctrica y con pies y manos atados a la cama.

Función pública

- ¿Cuál fue el motivo real de tu salida de la presidencia del SENASA en el segundo período?
- Cambiaron cinco gobiernos y cada vez que eso sucede está la posibilidad de que pidan la renuncia, pero no fue así. Llegó un nuevo secretario de Agricultura, puesto por Solá, que utilizó un esquema para restringir espacios, para humillar y para acotar. Si me hacían eso me iba, me lo hicieron y me fui. Nadie en Argentina puede decir que nuestro equipo no fue exitoso, porque por dos veces logramos lo que no había hecho nadie desde que está en vigencia la ganadería argentina. La relación con el sector era óptima, con el poder político también, cuando se me ofreció el cargo lo consulté con cuatro gobernadores justicialistas, con los presidentes de los bloques de diputados y senadores justicialistas, etc. Quiero decir que había respaldo político, de gestión, pero lo que nadie puede parar es cuando se sabe que el jefe, en este caso el secretario de Agricultura, acota, limita o compite por un espacio. En ese momento ya no tenía ganas de lidiar con mi superior y fui yo el que llevó la renuncia, nunca la aceptaron pero igual decidí irme. No es un lugar de bebés de pecho.

- En su momento, Solá dijo que para mantenerse en el poder había que hacerse el boludo, ¿vos también lo aplicaste?
- No, al revés. En nuestro caso logramos construir una demanda pública e institucional, razón por la cual nos constituimos casi como imprescindibles durante mucho tiempo. Pusimos dentro de nuestro equipo a las entidades agropecuarias, toda vez que inventamos el modelo de ingeniería social de participar los productores con las fundaciones en todo el país. Un modelo que ha merecido libros; uno se presentó en la Universidad del Salvador donde se muestra el estudio de este caso exitoso por la cual teníamos a la producción adentro, teníamos fluida relación con muchos gobiernos provinciales (Entre Ríos, Formosa, Santa Fé…), con los gobiernos clientes (Chile, Estados Unidos, Europa), eso generaba como una demanda. En las dos oportunidades, la forma en que nosotros nos vamos de la gestión no tiene que ver con una mala relación con la producción, no tiene que ver con la relación con los gobiernos provinciales que también son clientes, ni con gobiernos externos. ¿Cuál fue la picardía de quiénes no querían que estuviéramos más? Restringirnos poder, porque obviamente nuestro estilo es comprarnos todos los problemas, ir a todas las pelotas y a todas las jugadas, y en algunos casos esto genera rechazos. Estuve peleado a muerte cuando inhibí que se levantase la barrera patagónica con el gobernador de Neuquén Sobisch y después terminamos íntimos amigos; lo mismo con el gobernador de Río Negro, Pablo Verani.
Nosotros, en vez de hacernos los boludos, íbamos al frente en todos los temas, rompimos paradigmas en todos los frentes y eso construyó la demanda para
poder estar 10 años manejando un servicio cuyo promedio es de 2 años.

- Trabajaste en diferentes gestiones como la de Cafiero en la provincia, Menem y Duhalde en la nación, ¿fuiste menemista, cafierista y duhaldista?
- Tuve poco trato con Cafiero, aunque sí había una identificación en esa época con la renovación, que tenía que ver con la edad, con la movida, ya que la gestión y el equipo en la provincia eran un lujo. En el caso de Menem, tuve buena identificación con Cavallo porque me sentí parte de una movida muy ejecutora y muy fuerte de gestión. Obviamente en la gestión radical era algo meramente de trabajo y políticamente nunca estuve embanderado con una línea. Era difícil que alguien me pudiera discutir el peronismo si tenían en cuenta mi tradición familiar y mi formación, por eso no tuve que ponerme carteles para que me aceptaran. Políticamente tengo buenos lazos.

- Pero en política hay momentos en los que hay que jugarse…
- Es muy bueno tu planteo, pero fijate que la única vez que tomo un compromiso es en esta última elección y gente o colegas con menos responsabilidad y menos logros por lo general se fueron de la función pública manoteando un cargo de diputado o senador provincial; yo nunca operé para eso, nunca debí ser muy ultrista de nadie. Me fui dos veces y lo hice hacia la actividad privada o en este caso para ser concejal, pero no necesité estar pegado a alguien para pedirle algo. En este último caso es por un pedido expreso de Aníbal Fernández (ministro del Interior), por lo cual me siento contento por haberle ayudado a eso y obviamente si hay una disputa fuerte en la provincia me identifico con Duhalde y no con Felipe (Solá). No es que haya sido un duhaldista de la primera hora porque mi situación es pre-duhaldista. Cuando vez que alguien es muy ultrista, escarbás en el pasado y encontrás que es muy reciente su convencimiento.
Me parece que es un pecado actual el complejo de la crisálida, que nace y muere en el día. Todos los días hay una discusión distinta. Mi viejo decía que hay tres categorías de personas: las que hablan de ideas, las que hablan de hechos y las que hablan de personas. En Argentina nos pasamos todo el día hablando de personas, raramente se habla de hechos y nada de ideas.

- ¿Tu carrera legislativa empieza y termina con la concejalía actual?
- De varios amigos diputados y senadores escucho esa autocrítica de la burbuja, donde están muy alejados de la acción, del trabajo, muy involucrados en las peleas internas y eso lo veo con preocupación. Mi perfil es más del ejecutivo.

- ¿Entonces algún día querrás ser intendente?
- Si me viese como intendente le hubiese aceptado el pedido a Aníbal Fernández, quien me pidió que yo fuera intendente. Me pareció que en ese momento no estaba mentalizado para eso.

- ¿Cómo hacés para zafar de acusaciones de corrupción estando diez años en una función como el SENASA?. En este punto hay que aclarar que en realidad las acusaciones existieron y existen, sobre todo a través del sitio Seprin, en Internet.
- Es dificilísimo. Primero tenés que tomarlo como los costos de estar en la función pública. En su momento dije que quería trascender en la política, y para eso tenés que bancarte los costos. Yo tuve cinco o siete denuncias, de las cuales salí sobreseído y espero que de esta última salga el sobreseimiento lo antes posible. Lo diferente de esta última es que se juntaron varios dolidos muy importantes con la ayuda de varios servicios, montaron todo un esquema, que no es gratuito, fraguan mails, inventan un sitio para dañar a una persona. ¿Qué es ese servicio? Es un sitio que vive extorsionando gente y lo hace a diario y de distintas formas.

- ¿Vos sabés bien quién está detrás de esto?
- No es difícil. Hicimos un mecanismo para dar de baja un par de frigoríficos, algunos de los cuales vinieron a mí oficina y me ofrecieron que yo le dictase los descargos para arreglar sus problemas. Un importantísimo ex gobernador de la provincia de Buenos Aires me pidió eso, le dije que se vaya y creo que es el responsable de todo este montaje pagado a servicios de inteligencia, donde hay mucha mano de obra desocupada.
El mecanismo lo aplica el mismo abogado, hace las mismas denuncias, usa los mismos métodos, recibe
solamente puede ser el que lideraba uno de los dos grupos que estaban en pugna, ya que los perejiles que estaban de la mitad para abajo de cualquiera de las dos estructuras, no lo entendían.
Uno no se daba cuenta en donde estaba y particularmente en La Plata, que fue una ciudad extremadamente violenta. Era salir y ver un secuestro o un muerto, aún antes del golpe, tirado en la calle. En la misma época de la represión más cruda solamente los jefes de los bandos en pugna entendían y se salvaron. Los demás nos dimos cuenta con el correr del tiempo y años después.


- ¿Qué te hicieron durante la detención?

- La detención fue en Arana, un lugar vecino a La Plata. Hubo tres sesiones de tortura, en las que te ponían desnudo en el elástico de una cama en búsqueda de los datos de mi hermano, con picana eléctrica y con pies y manos atados a la cama.


- ¿No pensás que puede haber sido una manera de hacerles saber que él no es un títere de ustedes?
- A lo mejor, es un problema de él. Yo no hice nada para eso y creo, anónimos, los presenta, lo operan en internet y extorsionan para que arregles económicamente o van en contra tuyo.
Hay sectores que están especialmente habituados a este tipo de cosas: la carne, la pesca, algunos sectores de exportación de granos; son negocios multimillonarios.

- Se habla que luego de la concejalía, buscarías una senaduría provincial…

- Si hubiera funcionado este proceso que empezamos tendríamos una gestión municipal brillante, con equipos que fueran un lujo, una persona que colaborase en infraestructura, como Guillermo Peralta, una persona que pudiera colaborar en producción, que soy yo, deberíamos tener una gestión municipal pegada al gobernador con lo que significa eso en la obtención de bienes, servicios y otras cosas, un senador este año o un diputado en la próxima elección. Eso no se ha dado porque el equipo original está roto, la relación de Peralta con el intendente es nula y la mía es virtual. Con respecto a mi supuesto interés por la senaduría sólo basta recordar que tuve diez años de gestión en SENASA y lo podría haber intentado porque en cualquier caso haber entregado la presidencia de un organismo como ese a cambio de una diputación, por ejemplo, hubiese sido ventajoso para cualquiera el canje. Esto funciona y es interesante si se ve como una función sinérgica y de equipo, es decir, tener un municipio que funcione, un cuerpo orientado a dos o tres temas, la infraestructura, la producción y una pata en lo cultural, educativo y seguridad, con una pata en la provincia pegada al gobernador y una pata en el legislativo, eso es ideal. Esto hoy es imposible y si eso no funciona bien no tiene sentido tener un senador o un diputado.

- ¿Qué pasó para que Peralta no tenga relación y la tuya sea virtual con el intendente?
- Digo virtual porque tengo una función institucional como presidente del Concejo Deliberante y mantengo las formalidades. No sé qué le pasó a Jorge (Fernández) que cambió tanto, de ser una persona que tenía una interdependencia y una relación a tomar una distancia con Peralta y conmigo. Habría que preguntarle a él por qué cambió tanto. Insisto, no es casual que haya tenido un distanciamiento con Peralta y conmigo siendo que yo no he hecho ninguna manifestación ostentosa ni crítica de su gestión. Con Domínguez lo mismo, es decir, con los tres socios, salvo con “Cachi” (Oscar) Chévez, está distanciado.

- ¿Cómo sigue esto?
- El peronismo hoy no está muy unido en Lincoln, porque hay referentes que no se sienten contenidos en la gestión municipal y no sé que va a pasar porque todos los referentes están orientados a la línea de Duhalde. Sólo creo que Miguel Lombardo ha dicho que es “felipista”, razón por la cual debería manifestarlo formalmente. No sé que va a pasar, pero nada de eso ayuda a la gestión municipal.

- ¿Estás seguro que no se te ocurre ninguna explicación para la crisis entre ustedes y el intendente?
- No, por lo menos que yo lo perciba y lo entienda. La gente me dice: ¿pero, vos no lo conocías a Jorge?.
- Es una buena pregunta…

- Yo lo conocía en otros términos. Teníamos una relación personal y vino a mí como referente de él, a pedirme cosas, a consultar.

- ¿No pensás que puede haber sido una manera de hacerles saber que él no es un títere de ustedes?

- A lo mejor, es un problema de él. Yo no hice nada para eso y creo, modestamente, que hice una contribución al ser candidato a concejal, mientras que por dedicación o por logro podría haber sido diputado, senador o intendente y lo que hice fue una contribución. El no tiene que ver un fantasma en mí. En un año y medio no he hecho más que colaborar, solamente diciéndole a él lo que me parecía erróneo. Si alguien ve fantasmas, el problema lo tiene el que los vé.

- ¿Cuánto cobrás en el Concejo?
- Cobro mil pesos por mes y todos los sueldos están en una cuenta en el Banco Provincia. La idea es donarla cuando termine.

- ¿A qué te dedicás en la actividad privada?
- Hago consultoría, asesoramiento de personas y empresas. Trabajo para la ONUDI, la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, que tiene un proyecto de desarrollo ganadero en Santa Fé, hice trabajos para la OPS (Organización Panamericana de la Salud), para Mc Donald's, entre otras cosas. Estoy con bastante trabajo.

- ¿Cómo es un día de tu vida?
- Lo que estoy tratando de hacer es desalienizarme. Teniendo en cuenta que tengo tres hijos y en los últimos quince años estuve trabajando sin interrupción en la gestión pública la mayor parte del tiempo, a mi hijo mayor casi no lo conozco, a la segunda tampoco y al menor más o menos. Estoy tratando de recuperar un poco la relación familiar que tenía completamente deteriorada por ausencia, ya que cuando volvía a casa me preguntaban quién era. Además, estoy terminando una maestría de agronegocios y alimentos, estoy haciendo el curso de piloto de planeador y tratando de no faltar nunca a las sesiones del Concejo.

- ¿Te arrepentís de esa relación o no relación con tu familia?
- Uno a veces se cree que es inmortal, que nada le va a pasar, pero cuando tiene algunos shock o problemas de salud serios próximos a uno o en mi caso que me doy cuenta que tengo cuarenta y ocho años, y veo que casi no he tenido relación con mis chicos, eso sí me ha preocupado.

- ¿Y la relación con tu esposa cambia ahora con tu mayor presencia?
- La mujer tiene un problema de género, son todas iguales. Quiero decir, que cuando yo salía a las ocho de la mañana y volvía a cualquier hora o estaba afuera tres meses me decía por qué no llegaba más temprano o por qué tal cosa, y ahora es por qué estoy tanto en casa, yo le digo que es porque la quiero mucho y ella no me cree. Es un problema de género.

- ¿Había celos durante los viajes largos?
- Por mi parte no, pero ella sí. Lo que pasaba es que en lo único que pensaba yo era en el trabajo y ahora en ella.

- Cuándo eras joven, antes de conocer a tu esposa, ¿era muy picaflor?
- ¡Que antigüedad lo de picaflor!

- Estoy hablando como en tu época, no como en la nuestra…
- (Risas) Todavía hoy me fascinan las mujeres y me controlo. Soy muy de mirar y nada más.

- ¿Sos rencoroso?
- No.

- ¿Supersticioso?
- No. Entendí un poco más sobre superstición cuando viajé a China. Llevamos unos presentes que eran unos cuchillos hermosos, pero la traductora nos frenó para que no los mostráramos, porque sino capaz que hasta nos deportaban porque allí es una falta de respeto ese tipo de cosas con punta.

- ¿Sos cabulero?
- Ahora no. Cuando estaba en la facultad por ahí usada una determinada ropa, pero ahora no.

- ¿Tenés enemigos?
- Debo tenerlos, pero no sé quienes son.

- ¿Cómo ves al periodismo local?
- Me parece que hay muchos medios y eso lleva a que compitan por un mismo mercado.

- Eso en lo cuantitativo, ¿y en lo cualitativo?
- No soy buen evaluador porque no leo ni veo o escucho programas. Durante mucho tiempo estuve superinformado porque leía incluso hasta seis diarios nacionales por día. Ahora no leo mucho los medios locales ni nacionales. Me parece que tendrían que orientarse más a la trilogía de hablar de ideas, de hechos y de personas. Me parece que acá se habla mucho de personas, menos de hechos y muy poco de ideas.
Me parece que en el caso de la versión de ustedes digital ha abierto la diáspora de los linqueños fuera de Lincoln y me llama la atención que amigos que están afuera tengan tanta información de acá a partir de la página.

Un aparte con Cané

- ¿Qué opinás del aborto?
- El tema está muy actualizado, hay que debatirlo, discutirlo y entenderlo. La discusión que ha llevado al ministro de Salud de la Nación al tapete por su posición en el Plan Reproductivo es muy razonable. No se puede hablar de este tema desde lo teórico, desde lo abstracto, donde un alto porcentaje de las muertes juveniles tiene que ver con el aborto clandestino. No se puede tener temas tabú, es una locura, es un oscurantismo. Soy católico, pero esto tiene que ver con lo médico, con la salud.

- ¿De la prostitución?
- Me parece que era una preocupación cuando era el único motivo de existencia como delito, en los siglos pasados. Tomado como las casas del placer que Lincoln tuvo en el siglo pasado, me parece que no hay que ponerse muy pruriginoso ni muy colorado, es necesario, es lógico, etc. Hay que ordenarlo, tiene que tener una forma. Gente grande que decida hacerlo, con libreta sanitaria y prolijo. Nada que ver eso con lo que podemos ver vinculado con la marginalidad o cuando la madre hace trabajar a la nena. Creo que queda clara la diferencia entre un caso y otro.

- ¿Y de la droga?
- Es el invitado que complicó radicalmente el escenario. Todo lo que se hablaba de seguridad, de salud, de educación o de casi todos los temas, están cruzados por el tema de la droga. Me parece que un país como el nuestro que no está acostumbrado a debatir estos temas comete graves errores.

- Si se ordenara la prostitución y se armara una casa de placer, ¿qué pensarías?
- Me encantaría. Iríamos a ver cómo funciona.

- En tu juventud, ¿ibas a esos lugares?
- En nuestra época no había casas sino un par de familias que funcionaban en esa línea: atrás del Barrio Obrero, no muy lejos del Automóvil Club, la cordobesa, la gallega… no me parece que sea la perdición sino más bien la tranquilización de mucha gente, arañarían menos las paredes (se ríe).

- ¿Entonces ibas o no a esos lugares?
- No, yo no dije que iba sino que había (risas).

- Ibas a supervisar…
- Lo mío era un tema sanitario (risas). Sería lindo tener en Lincoln un barrio, algo ordenado, limpio, con libreta sanitaria…

Radiografía CANE
Nombre: Bernardo Gabriel Cané
Fecha y lugar de nacimiento: 15 de octubre de 1956, en Capital Federal
Hijo de: José María Cané y María del Carmen Fernández
Hermano de: José María Cané
Estado civil: Casado
Esposa: Liliana Halcón
Padre de: José María, Lucía y Bernardo
Un dirigente: Juan Domingo Perón
Un referente: mi padre
Un libro: Martín Fierro
Un hobby: estoy buscando. Estoy estudiando para piloto de planeador.
Un deporte: ninguno.


Fuente:www.lapostasemanal.com.ar

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